Zero Latency, la multinacional australiana líder en realidad virtual multijugador, estrenará el próximo 29 de marzo en sus centros de Madrid y Zaragoza, una aventura de realidad virtual para disfrutar en familia, ya que está recomendada para mayores de 10 años. Se llama Mission Maybee y propone a los jugadores adentrarse en bosques iluminados y tóxicas cavernas subterráneas para llegar a la ciudad de neón custodiada por un lunático.
Arkie, a quién los jugadores deberán acompañar en su búsqueda para acabar con la Corporación Maybee, dirigida por el genio maníaco Dr. Maybe quien, en su objetivo de crear una especie perfecta, está infectando todo el planeta con una sustancia viscosa y tóxica. La misión consiste en liberar a los animales, plantas y frutas que han resultado infectados por esta sustancia y acabar con el temido Dr. Maybee antes de que provoque la destrucción de todo el planeta. Para ello habrá que hacer frente a sus secuaces también infectados, un grupo compuesto por una variedad de especies que van desde los murciélagos hasta los escorpiones, pasando por los rollers. Todo ello a lo largo de un recorrido que nos transportará por diferentes niveles, cada uno con una ambientación completamente diferente.
Mission Maybee es el primer juego de Zero Latency que se realiza en colaboración con un desarrollador externo de realidad virtual, Dark Slope, una empresa con sede en Toronto que desarrolla plataformas y software que potencian las aplicaciones inmersivas multiusuario que definirán el futuro.
La tecnología de Zero Latency, operada en España por Climbing Planet, permite a los jugadores, hasta 8 en total, moverse con total libertad por un espacio diáfano de más de 200 metros cuadrados, sin depender de cables o conexiones. Además, en el contexto sanitario actual, Zero Latency ha modificado el algoritmo de su sistema para que los jugadores puedan jugar con la máxima seguridad y mantengan de manera automática la distancia social, a través de un aviso sonoro y visual en caso de encontrarse a menos de dos metros.
* This article was originally published here
